Paty, fundadora de Universo Quads descubrió su verdadera pasión por el patinaje a los 26 años. Aunque de niña tuvo unos patines, el patinaje no llamó su atención en ese momento. Creció con tres hermanos y compartían unos patines en línea entre los cuatro. La calle donde vivía tiene una pendiente, lo que limitaba sus oportunidades a patinar solo en el patio de su casa.
La influencia deportiva vino de su mamá, una corredora que ganó el maratón de la Ciudad de México. Ver a su mamá en el mundo del deporte hizo que Paty buscara unirse a alguna disciplina. Probó atletismo, baloncesto, boxeo, artes marciales mixtas, squash y natación. En su adolescencia, se dedicó al gimnasio y corrió maratones de 42 km. Aunque quería dedicarse al deporte, el patinaje parecía un sueño imposible debido a los costos y la falta de oportunidades de entrenamiento.
Paty estudió Ingeniería Mecatrónica en la Universidad Anáhuac y practicaba mucho deporte en la escuela. Sin embargo, en el mundo laboral se sentía como un león enjaulado. Durante la pandemia, un video de Oumi Janta patinando, despertó algo en ella. Decidió comprarse sus quads y comenzó a enfocar su atención cada vez más en ellos. Al principio se caía constantemente, pero su perseverancia la llevó a mejorar. Su pasión creció y dedicaba días enteros a patinar, incluso hasta las 3 am.
La vida le presentó un giro inesperado cuando la despidieron de su trabajo, pero esto la impulsó a meterse de lleno al Roller Dance. Comenzó a entrenar en la Alameda a las 7 am, formando un equipo con otros 2 chicos que compartían su pasión y así comenzaron a dar presentaciones. Aunque sus patines se rompieron de tanto entrenar y necesitaba invertir en unos nuevos y de alto costo, su determinación no flaqueó. Empezó a dar clases, superando sus miedos y abriéndose al mundo de la enseñanza.
Inicialmente, impartía clases con solo dos alumnas y sus ganancias eran modestas. Sin embargo, su dedicación atrajo a más personas. Organizó eventos para fomentar el deporte, aprendió a confeccionar sus propios vestuarios y puso todo su esfuerzo en hacer crecer el grupo.
Así dio inicio a Universo Quads, donde Paty se enfocó en enseñar roller dance a adultos, desafiando el mito de que el patinaje es solo para niños. Comenzó a dar clases en lugares como la Estela de Luz y el Hotel Selina, donde se unieron más alumnos. Su compromiso la llevó a organizar eventos masivos, como uno en el Museo Franz Mayer al que asistieron mil personas. Aunque luchaba con el síndrome del impostor, continuó esforzándose por el deporte que amaba.
Paty reconoce que enseñar no solo ayuda a sus alumnos, sino que también le permite mejorar y ser consciente de su propia técnica. Pasa entre 5 y 6 horas diarias patinando, dedicando gran parte de ese tiempo a impartir clases. Descubrió que su tercera pasión, después de las matemáticas y el deporte, es la enseñanza, pues, ver el progreso de sus alumnos y compartir su amor por el patinaje le brinda una satisfacción incomparable.
Con el deseo de expandir la comunidad y ofrecer más oportunidades, ella planea formar a sus alumnos para que se conviertan en instructores. Junto con Diana, diseñadora y colaboradora, están trabajando en abrir nuevos grupos de iniciación, como en el Parque Bicentenario y una de sus primeras alumnas ya está creando su propio grupo en Vallarta.
Paty ha demostrado que, con perseverancia y dedicación, es posible superar obstáculos y convertir un sueño en realidad. Su historia es un recordatorio de que nunca es tarde para seguir nuestras pasiones y que, al compartirlas con otros, podemos crear comunidades fuertes y vibrantes.
El patinaje, para Paty, es una pasión que transforma vidas y une a las personas y que espera seguir transmitiendo a muchos más en el futuro.
"¡Es momento de rodar y bailar juntos! " 🛼✨
Ella, como tú, tienen una historia para contarnos, para inspirarnos, para motivarnos.
